LOS TÍTULOS TRADUCIDOS

 EL AÑO DEL ESCORPIÓN

El 11 de septiembre de 2024 salió el (pen)último disco de Charly García, artista, multiinstrumentista, rockstar, clavadista en piscina de hotel y todo lo que se te ocurra.

“La Lógica de Escorpión” le puso, por aquella fábula del escorpión y la rana y el carácter del primero. Y además porque Charly es del signo de escorpio.

Esperé pacientemente -como muchos- que estuviera en alguna plataforma de música por streaming.

Y al final, lo subieron a las 21 horas tal como lo prometieron, completo. 

Y con esa lista de temas es como se editó, por ahora en coqueto formato LP en vinilo, con arte de Renata Schussheim, escorpiones en relieve laqueados en un empaque monumental, en tirada reducida a siete mil ejemplares numerados. Sólo para unos pocos.

Vayamos a la música. El álbum está concebido como un long play de dos lados.
Comienza bien arriba, con un tema que se llama “Rompela”, un rockazo bien estilo García de los noventas. 

La voz actual de Charly no es la que estábamos acostumbrados a escuchar. Tampoco lo es la de Bob Dylan, ni fue la de Leonard Cohen o Roberto Goyeneche, así que la voz, es la que le quedó. Ajo y agüita bien fresca.

Los músicos que lo respaldan: (Hilda Lizarazu, Rosario Ortega, Fernando Samalea, Fernando Kabusacki, David Lebón, Pedro Aznar y Fito Páez,) le suman mucho a las canciones, además de la eficaz producción de Matías Sznaider, que según sugerencias del artista tenía que remitir al muro de sonido à la Phil Spector.

Los temas van pasando y mucho nos suena conocido, se entremezclan Beatles, Byrds, Procol Harum y el García de toda la vida…

“Yo ya Sé”, segundo tema del disco, es el Charly que nos tira la realidad en la cara con esa franqueza que sólo él puede conservar.

Desde aquí comienzan los invitados al show: David Lebón hace un solo de guitarra discreto en un blues hecho y derecho. La canción es “El Club de los 27", la tercera del álbum.

“La Medicina nº 9”, (antes llamada "La Medicina del Amor",) también con el ruso en guitarra, es un hermoso tema, con coros que apoyan y realzan el espíritu festivo musical de la canción. Con teclados setentosos, melodías como imanes y guiño-guiño a The Beatles, (este disco contiene varios.)

“Te Recuerdo Invierno”, tema de la primera época de Sui Generis, cuenta con su versión actual. Celebro que no lo hayan autotuneado al genio, que su voz se escuche tal como está.

El disco sigue con “Autofemicidio”, con esas frases muy Garcianas… Y una producción cercana a la de una maqueta, o muro de sonido argento llevado a su máxima expresión.

El último tema del lado uno es “América”, con la participación del gran Pedro Aznar, que embellece todo lo que toca. Me remite más a “Serú ’92” que a los “Tango”.

"Lado B", nos indica el artista y da paso a la reversión urgente y necesaria de “Juan Represión”, aquella canción censurada por el productor Jorge Alvarez, que sabía lo que estaba haciendo en decidir que quedara afuera de “Pequeñas Anécdotas de las Instituciones”, de Sui Generis, editado en un muy convulsionado 1975.

“Estrellas al Caer” es casi una reversión de “Chipi Chipi”, con una letra muy optimista, algo inusual en Charly.

“La Pelicana y El Androide” es la rara avis del disco, pero Charly sabrá muy bien el por qué de este rescate/inclusión de semejante tema, que quedó en el fallido proyecto de un disco de Charly y el flaco Luis Alberto Spinetta. Con un clima (de nuevo) Beatle en su sonido.

A “Watching The Wheels” de John Lennon, la tiene entre ceja y ceja desde hace años y hay una versión en el desafortunado “Kill Gil” de 2010, que fue editada sin la autorización de “The John Lennon Ono Estate”, ésta nueva, pues sí. La de aquel disco me gusta más.

El álbum culmina con “Rock and Roll Star”, cover del tema de The Byrds, “So You Want To Be a Rock and Roll Star”, del año 1967, con Fito Páez, de invitado en una rueda mágica que termina con los acordes finales de “Within You Without You”, el aporte de George Harrison en “Set. Pepper´s…

Un homenaje a la música del enorme Charly García con lo que tiene ahora mismo para darnos, que ya es mucho.

RESPETO, CHIQUES, RESPETO.